Mística copera. No hay otra forma de explicarlo. Una vez más, Real Madrid dio vuelta un partido decisivo de la UEFA Champions League en los minutos finales y avanzó. Esta vez le tocó sufrir ese don a Bayern Munich, que a los 87 minutos le ganaba 1-0 al Merengue en el Santiago Bernabeu y se metía en la gran definición de la Orejona. Pero apareció Joselu y, con goles a los 88 y a los 91, revirtió todo y la Casa Blanca se llevó una clasificación que parecía imposible.
A Real Madrid, en la Champions no se lo puede dar nunca por muerto. Si a alguien le quedaban dudas de eso, después de este choque de vuelta de semis se le terminaron de disipar.