El juez Arthur Engoron, de Nueva York, ha condenado a Donald Trump a pagar 354,9 millones de dólares por defraudar durante una década a bancos y aseguradoras mediante la Organización Trump. Además, le prohíbe a él y a sus hijos Donald Jr. y Eric –que también deberán pagar 4 millones cada uno– desempeñar altos cargos en cualquier empresa del estado, incluido su imperio inmobiliario. La sanción económica que podría ascender a 400 millones de dólares si se le añaden los intereses.
La abogada del magnate, Alina Habba, ha anunciado en un comunicado que recurrirá el fallo y ha calificado la decisión de «injusticia manifiesta, simple y llanamente». «Es la culminación de una caza de brujas de varios años, alimentada políticamente, que fue diseñada para derribar a Donald Trump, antes de que Letitia James –que presentó el caso– pusiera un pie en la oficina del Fiscal General», asegura en el comunicado.