By La ciudad de Nueva York se ha visto envuelta en una densa capa de humo y un intenso olor a quemado debido a los devastadores incendios forestales que azotan Nueva Escocia, en Canadá. Durante los últimos días, las redes sociales se han inundado de imágenes impactantes que muestran el cielo de la metrópoli estadounidense teñido de un color naranja intenso, similar al de una tormenta de arena.
El efecto de la luz solar sobre la densa capa de humo ha causado una reducción significativa de la visibilidad, incluso ocultando a la vista algunos de los emblemáticos rascacielos de la ciudad, como el edificio Chrysler, y monumentos icónicos como la Estatua de la Libertad.
Ante esta situación, el Departamento de Medio Ambiente del Estado de Nueva York emitió una alerta por la calidad del aire, que estuvo vigente hasta altas horas de la madrugada de este miércoles. Las autoridades han instado especialmente a las personas más vulnerables, como aquellos que sufren de enfermedades pulmonares y cardíacas, niños y personas mayores, a limitar sus actividades al aire libre.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha expresado su preocupación por la salud de los residentes y ha emitido un mensaje de advertencia a través de las redes sociales, instando a la población a reducir al mínimo su exposición al aire contaminado y limitar su tiempo al aire libre solo a lo estrictamente necesario.
La situación en Nueva York es un recordatorio impactante de cómo los efectos de los incendios forestales pueden trascender las fronteras, afectando a áreas distantes y causando impactos en la salud y el medio ambiente. Las autoridades locales y los equipos de emergencia continúan monitoreando de cerca la situación y tomando las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de la población.
