By Una de las principales dificultades que presentan los seres humanos es experimentar hambre de noche. Sobre todo después de un día agotador, el cuerpo pide recuperar energías generando apetito. A quienes no les importa mucho cuidarse ni vigilar su dieta, hablar de esto podría parecerles innecesario. Para ellos, al hambre hay que darle lo que pide y listo. Sin embargo, otros están al tanto de lo contraproducente que puede resultar ingerir alimentos tan tarde, sobre todo, minutos antes de dormir. De allí que sea importante saber qué puede suceder en estas circunstancias.
Aunque para algunos el mejor remedio sea no comer nada, hay que tomar en cuenta varios aspectos. Es verdad que consumir alimentos en la noche puede alterar la presión arterial del organismo, debido a que durante el sueño esta disminuye naturalmente y, si se ingiere comida, el cuerpo entra en situación de estrés al tener que procesarla y no poder llevar a cabo el descanso correctamente. Podría cambiar el ritmo cardíaco y traer consecuencias nocivas como sobrepeso, reflujo, acidez gástrica e indigestión. No obstante, la solución no es irse a la cama sin haber comido algo.
Si se deja de consumir esta comida del día, puede producirse un desorden alimentario en el ser humano y provocarse vicios como ingerir de más en desayunos, almuerzos y meriendas, o recurrir a alimentos que lo hagan sentirse lleno por más tiempo. Incluso, para personas diabéticas o con algún otro problema de almacenamiento de glucógeno, podría ser peligroso esquivar la cena.
¿Qué hacer entonces?
Lo recomendable en estos casos es, sin duda alguna, vigilar lo que se come y hacerlo en una hora adecuada. Por lo general, se sugiere cenar antes de las siete de la noche, pues lo común es que la gente se acueste, al menos, dos horas más tarde. De ninguna manera la comida debería estar compuesta por platos en los que predominen grasa, azúcar, carbohidratos e ingredientes picantes. Por el contrario, debe recurrirse a alimentos fácilmente digeribles y ricos en proteínas como yogur, granola, un sándwich pequeño de pan integral, galletas integrales, frutas, ensaladas, entre otros.
Si quiere evitar posibles patologías estomacales o incluso cardíacas, será mejor que empiece a vigilar más lo que consume antes de dormir.
