By En 1947, un avión experimental llamado Bell X-1 estaba haciendo su noveno vuelo en un aeródromo militar en California. El piloto estaba tratando de controlar el avión mientras aumentaba su velocidad, y de repente los espectadores escucharon un ruido fuerte, como el de un trueno o una bomba explotando. Este ruido era el primer indicio de que el avión había roto la barrera del sonido.
El Bell X-1 fue uno de varios aviones experimentales desarrollados por Estados Unidos en las décadas de 1940 a 1960. Estos aviones, conocidos como los aviones X, fueron diseñados para volar a altas velocidades y altitudes, y para empujar los límites de lo que era posible en la aviación.
Los vuelos de los aviones X, como el X-1 y el X-15, abrieron el camino para los logros del programa Apolo y los primeros pasos del astronauta Neil Armstrong en la Luna. De hecho, el avión X más rápido llevó a sus pilotos a una velocidad seis veces mayor que la del sonido.
La historia de los aviones X es un recordatorio del poder de la tecnología y la ciencia para empujar los límites de lo que es posible. Además, nos enseña la importancia de la perseverancia y la determinación para lograr objetivos aparentemente imposibles
