Según informes de Amnistía Internacional, más de 300 migrantes, en su mayoría provenientes de Venezuela, pero también de Haití y otras nacionalidades, se encuentran varados en la frontera entre Chile y Perú.
Entre ellos se encuentran familias con niños, niñas y adolescentes, personas embarazadas y con enfermedades crónicas, quienes están enfrentando una situación humanitaria crítica. Los migrantes están atrapados entre los complejos fronterizos de Chacalluta en Arica, Chile, y Santa Rosa en Tacna, Perú.