Las infecciones bacterianas matan ya a más personas anualmente que el tabaco. En el año anterior a la aparición de la COVID-19, 7,7 millones de muertes en todo el mundo fueron causadas por infecciones bacterianas, como E. coli.
about:blank
Los datos se tomaron del estudio Global Burden of Antimicrobial Resistance. También se incluyeron millones de registros hospitalarios y de causas de muerte de docenas de países. De un estimado de 13,7 millones de muertes relacionadas con infecciones en 2019, hubo 7,7 millones de muertes asociadas con los 33 patógenos bacterianos (ambos resistentes y susceptibles a los antimicrobianos) en los 11 síndromes infecciosos estimados en este estudio. Esta cifra incluye infecciones virales, como la malaria y también VIH. Esta cifra equivale a uno de cada ocho fallecidos en todo el mundo.
Más de las tres cuartas partes de las muertes bacterianas se debieron a infecciones del sistema respiratorio inferior, el torrente sanguíneo o el estómago. El patógeno más mortífero fue sin duda S. aureus, que se cobró 1,1 millones de vidas en todo el mundo.
Las bacterias más dañinas del mundo:
1. Staphylococcus aureus
Esta bacteria es la principal causa de infecciones de la piel y los tejidos blandos, como abscesos, infecciones por estafilococos y celulitis. Se propaga a través del contacto.
2. Escherichia coli
Puede causar dolor de estómago intenso, diarrea con sangre e insuficiencia renal. Se encuentra en el intestino y las heces de muchos animales y puede contraerse comiendo alimentos contaminados, tocando animales infectados o nadando en agua contaminada.
3. Streptococcus pneumoniae
Causa infecciones neumocócicas, que pueden desencadenarse por infecciones de los oídos y los senos paranasales, así como neumonía e infecciones del torrente sanguíneo.
La tasa de mortalidad estandarizada por edad asociada con estos patógenos bacterianos fue más alta en la superregión de África subsahariana, con 230 muertes por cada 100. 000 habitantes.
Los expertos detrás del estudio, publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet, han pedido más investigación sobre las formas de detener la propagación de los microbios, algunos de los cuales se están volviendo lentamente inmunes a los medicamentos y que son conocidos como ‘superbacterias’. Las bacterias que son resistentes a los antibióticos recetados de forma rutinaria son más difíciles de tratar y pueden provocar que las infecciones leves se conviertan en graves.