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Catar 2022 es el Mundial más sostenible de la historia

Catar 2022 es el Mundial más sostenible de la historia

En un país rodeado de desierto y comprometido con la gestión eficiente de sus recursos, la sostenibilidad se ha convertido en una necesidad. Un desafío que en el Mundial de Qatar 2022 ha marcado la construcción de los estadios que acogen el torneo y que convierten al evento deportivo en el más ‘verde’ de la historia.

La gestión de residuos, el uso de desalinizadores de agua del mar, la energía solar, la eficiencia de los propios estadios y su legado son las pautas que rigen la construcción de las sedes del Mundial, que tienen en el estadio 974 su máximo exponente.

Capacitado para acoger 40.000 espectadores es la gran apuesta del mundial y ha marcado un antes y un después en cuanto a innovación, diseño y sostenibilidad. Es el primer estadio cubierto desmontable y reutilizable por completo al estar construído íntegramente por contenedores de transporte y acero modular.

Este prodigio arquitectónico fue diseñado por la firma Fenwick Iribarren y está situado en la zona portuaria de Doha, muy cerca del zoco y el centro de la capital, y rinde homenaje a la tradición comercial y de navegación catarí.

Su nombre, 974 no sólo es el código internacional telefónico de Catar, sino también el número exacto de contenedores marítimos utilizados en la construcción. Como si se tratara de un juego de bloques infantil.

“Decidimos hacer un estadio que desaparezca después del Mundial, que se pueda transportar, que se pueda desmontar y montar en el siguiente Mundial. Y, obviamente, la pieza de transporte mundial es el contenedor marítimo, es como el ladrillo del transporte, es como un Lego”,

apunta Mark Fenwick, cofundador del estudio Fenwick Iribarren Architects (FIA).

La firma, que ha diseñado tres de los ocho estadios del Mundial de Qatar 2022 -el citado 974, el de la Education City y el de Al Thumama-, destaca a EFE que el “desafío claro” del 974 era convertirlo en “el más sostenible que se ha hecho nunca” gracias al uso de ordenadores y simuladores, sobre todo para temas de gestión de la temperatura.

Para el arquitecto, la idea de poder dar una segunda vida a los estadios es una de las partes esenciales de su diseño: “Obviamente la gran ventaja es la posibilidad de reutilizarlo. Puedo desmontarlo y puedo montarlo haciendo otro estadio, o puedo hacer diez o veinte edificios diferentes más pequeñitos. Con lo cual se reutiliza. Es importante ya que el acero y todos los contenedores son reutilizables”.

Después del torneo, la idea es transformar los contenedores y la superestructura para crear una urbanización frente al mar y un centro de negocios.

En este sentido, el diseño y los materiales no son lo único sostenible, sino el propio emplazamiento del estadio.

“Este emplazamiento era una antigua zona industrial. Así que también hicimos una gran labor de recuperación y limpieza del terreno”, asegura a EFE Orjan Lundberg, uno de los responsables en sostenibilidad de Qatar 2022.

“En el 974 estamos construyendo un estadio de categoría mundial, que cumple todos los requisitos de la FIFA mediante un diseño puramente modular (…) Ahora tenemos estadios que tienen grandes y hermosos parques con instalaciones deportivas, zonas de juego para los niños, pequeños restaurantes, cafeterías, muy concurridos por la noche. Y son instalaciones que no existían. Pensemos hace diez años y en estas zonas en particular. Ese legado ya existe y seguirá existiendo durante mucho tiempo”,

añade.

La reutilización de los estadios en las zonas propuestas contó con la participación activa de las comunidades locales, que expresaron a la organización del Comité Supremo del Mundial las necesidades de sus barrios. “Hay mucho legado alrededor del estadio, tanto dentro de los estadios como en los alrededores”, concluye Lundberg.

Fuente: elcomentario.ucol.mx

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